Durante siglos, Arachnia Negra, la Madre Criadora (Broodmother), merodeó por los oscuros túneles de lava bajo la ardiente caldera del Monte Pyrotheos, criando a millones de arañitas antes de enviarlas a buscar a sus presas en el mundo exterior. Posteriormente, el Visir de la Codicia, Ptholopthales, erigió su Ziggurat Magnético en las faldas del extinto volcán, a sabiendas de que cualquier saqueador que buscara su magnética fortuna tendría que enfrentarse a pasajes repletos de arañas.

Tras un año de maternal paz, Arachnia Negra se vio asaltada por todo un regimiento de feroces ladronzuelos, caballeros y jóvenes nobles... a cuál más delicioso, ciertamente, y sin embargo decididos a entorpecer el entorno repleto de nutrientes de su inocente prole. Cansada de las intrusiones, decidió realizar una visita a Ptholopthales; cuando estuvo claro que este y cuando este se mostró poco dispuesto a llegar a un acuerdo, atrapó al Visir con su tela y lo preparó para ser el plato central de una celebración de cumpleaños muy especial.

Desafortunadamente, la ausencia del maestro del Ziggurat Magnético no hizo sino alentar a una nueva generación de intrusos. El aplastamiento de uno de sus retoños por un torpe aventurero fue la gota que colmó el vaso. Broodmother se dirigió a la superficie, declarando su intención de librar al mundo de todos y cada uno de los posibles invasores, acabando con hasta el último héroe si fuera necesario, para poder garantizar que su criadero volviera a ser un entorno seguro y saludable para sus preciosas crías.